Tenía un largo trabajo por delante. Los árboles que hasta ese momento habían dado cobijo y protección a tantos animales estaban dejando de poblar los alrededores. Cogió sus mejores agujas, la lana más fuerte y bonita que tenía en su canastillo, y comenzó a tejer. Sus nietas confeccionarían el follaje, de esta forma, cuando saliera el sol todo el trabajo ya estaría finalizado.
Tejiendo
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1 comentario:
Peterrrrrrrrrrr!!!!!!!!
Me gusta el cambio. Eso de llamarte Adam Well sonaba demasiado anglosajón y tú con el inglés no te llevas demasiado bien, :-). Qué ya ha vuelto la musa y te está persiguiendo!!!
Besos
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