“… Nada le gustaba más que subir hasta lo alto del monte para ver el paisaje que le rodeaba, pero con la llegada de una temperatura más calida habían llegado hasta el pequeño estanque dos patos. Desde ese momento, comenzó a subir hasta ahí para contemplar, junto con sus nuevos amigos la vista. Y podía pasarse horas conversando con ellos…”
Los patos del estanque
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1 comentario:
jo q tierno, y mira los ojillos del niño jejeje q rico
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